Agosto 10 2017

Y la historia va más o menos así. Un chico de sonrisa franca con el pelo medio largo, de rizos grandes, camiseta blanca roída y tenis rotos. Él era tal vez poco convencional, siempre atento, bromista, de plática amena e interesante, inteligente, cordial, luchón, alegre, optimista, obstinado, ocurrente y retador. Porqué habría de acercarse a mí, yo podría describirme como una de esas personas que puede pasar desapercibida, poco interesante y sin mucho tema de conversación.

Así comenzaron nuestras largas y frecuentes caminatas con su bicicleta al lado, en ellas compartíamos el cielo, las estrellas, sus conversaciones cargadas de emociones y mis silencios. Transcurrieron los días, los meses, los años y el miedo me hizo su presa; tanto así que, de no haber sido por ese niño hermoso, tal vez hoy seguiría a obscuras, con temor al viento, a las lunas llenas y hasta a amaneceres perfectos.

Hoy han transcurrido 19 años ya de compartir el tiempo. Tiempos de amor, de sonrisas, de espacios silenciosos, de tristezas, algarabías y desapegos. Tiempos de luchas con olor a miedo.  Tiempos hirientes, de aprendizaje y crecimiento; que me llevan siempre al principio, al camino largo, obscuro a veces silencioso pero siempre placentero, con mi niño hermoso de cabellos largos, con sus tenis rotos, su sonrisa franca, con su bici al lado y mi corazón latiendo, a punto de explotar por haber encontrado en él a mi amor eterno a pesar de todo y a pesar del tiempo

Gracias hermoso por estos 19 años de intensas emociones, por nuestros milagros, por la perseverancia, la paciencia, las enseñanzas, el amor,  el apoyo, por tantos sueños cumplidos y por los que nos faltan por cumplir.

¡¡¡FELIZ ANIVERSARIO!!!

¡¡¡TE AMO!!!